La pandemia dejó en suspenso la tradicional ceremonia de “Iniciación a la lectura”, donde cada alumno de primero básico leía frente a sus padres y compañeros de curso en el contexto de una puesta en escena colectiva. Ciertamente, muchos se ponían nerviosos ante tan solemne momento y cierta inquietud se apoderaba también de los asistentes.
Por ello, con el retorno a la presencialidad, Almondale San Pedro estimó cambiar el sentido del evento de manera de apreciar la lectura en distintos contextos y formas. Así nació “La magia de la lectura”, cuyo objetivo es “motivar a los estudiantes a la lectura, encantarlos, que la vean como algo cotidiano, emotivo, y que la almacenen en su corazón”, dice Cecilia Salazar, Jefa del Departamento de Lenguaje Infant y Junior.
Este año, el encuentro de cada primero básico junto a sus padres partió con una recepción a cargo del “Hada de la Lectura”, personaje infaltable de los cuentos, quien se presentó, les invitó a disfrutar del evento y, por cierto, de la lectura. Luego, las profesoras de lenguaje les contaron amorosamente el relato “Ayilén y la Luna”, usando el Kamishibai o Teatro de Papel.
La ceremonia llegó a su clímax cuando los estudiantes subieron al escenario y declamaron juntos un poema que practicaron en clases de lenguaje, desde marzo, e invitaron a sus padres a participar; para luego cantar “Viaje a Concepción” de María de la Luz Uribe, en compañía de su profesor de música.
El cierre consistió en que los estudiantes les regalaron a sus padres un farol de papel retroiluminado que confeccionaron en la asignatura de arte, el cual simboliza la luz que les acompañará por siempre en sus lecturas. Además, cada apoderado/a le obsequió a su hijo/a un libro que, de seguro, atesorarán.
